Por definición una red social es una aplicación de internet que permite crear contenidos y compartirlos con otros usuarios. Precisamente ese carácter comunitario es lo que las hace tan populares, pero también lo que puede poner nuestra privacidad en riesgo. Es importante destacar que mantener la seguridad y privacidad en las redes sociales es algo esencial. Es una manera de proteger nuestros equipos, pero también evitar que se filtre nuestra información personal en la red.
El concepto de privacidad digital es relativamente joven, ya que está unido a la aparición y desarrollo de Internet y las telecomunicaciones. De hecho, hasta hace poco no existía una regulación clara al respecto. Cada día son más los debates y conversaciones sobre el uso ético de estos datos y la importancia de entender qué información estamos compartiendo con grandes empresas como Facebook o Google.
Consejos para mantener la privacidad
Las redes sociales se han convertido en bases de datos en las que se recoge información de carácter personal y documentos sobre las actividades de la vida real de las personas. Para proteger tu información puedes tomar algunas acciones:
1. Hacer que las cuentas sean privadas:
Algo básico para mejorar la privacidad en las redes sociales es hacer que las cuentas sean privadas. De esta forma podremos evitar que cualquiera acceda a nuestro perfil y pueda ver lo que compartimos. Podemos configurar nuestras cuentas para que solo los contactos que tengamos “agregados” o “sigamos” puedan entrar en nuestro perfil.
2. Configurar manualmente los parámetros de privacidad:
En muchas ocasiones las redes sociales permiten configurar manualmente una serie de parámetros para mejorar la privacidad. Por ejemplo, en Facebook podemos evitar que nos etiqueten automáticamente en fotografías o publicaciones y aparezcan en nuestro perfil; o podemos evitar que desconocidos nos envíen solicitudes de amistad. De acuerdo con el periódico El País (Galán, 2019) el 40% de los usuarios de redes sociales nunca modifican las condiciones de privacidad de sus dispositivos por lo que no conocen ni controlan la información que comparten. Esta medida ayuda a que entendamos qué información es pública y nos obliga a revisar los parámetros de seguridad con los que operan las redes sociales.
3. Conoce qué tipos de datos personales almacenan y comparten las redes sociales:
Al registrarse en una red social, la mayoría de los usuarios dan voluntariamente su nombre, género, fecha de nacimiento y dirección de correo electrónico, pero algunas aplicaciones no se detienen con esos datos. Es normal que recopilen otra información, como la dirección IP o las cosas a las que te han gustado, compartido o comentado.
A veces se ofrece la opción de utilizar tus credenciales de Facebook para iniciar sesión en otras aplicaciones de terceros. Si bien esto puede ser conveniente, podría permitir, sin saberlo, que otras aplicaciones accedan a más información personal de la necesaria.Una forma de asegurarse de no compartir demasiada información es leer siempre la letra pequeña. Al modificar su configuración de privacidad en cualquier plataforma de redes sociales, busque la opción “Aplicaciones y sitios web” en “Configuración”. Revise detenidamente qué sitios web utilizan su información.
El debate sobre la privacidad en Internet es cada vez más frecuente por lo que es importante que como usuarios se empoderen y tomen las medidas posibles para informarse sobre el uso de sus datos personales y exijan transparencia a las diferentes plataformas y aplicaciones.
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