La inteligencia artificial dejó de ser una simple idea de ciencia ficción hace mucho tiempo para formar parte de nuestras vidas y, aunque todavía estamos en una etapa muy preliminar, se espera que genere una revolución similar a la que causó Internet.

La inteligencia artificial (IA) se refiere a la capacidad de una computadora o sistema para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento y la toma de decisiones. La IA se ha convertido en una tecnología cada vez más importante en la actualidad, ya que se utiliza en una variedad de campos, desde la automatización de la fabricación hasta la atención médica y el análisis de datos.

La historia de las Inteligencias artificiales

El término inteligencia artificial se adoptó en 1956, pero se popularizó en los años noventa gracias a la mejora de los ordenadores y el almacenamiento. La investigación inicial exploraba temas como la solución de problemas y métodos simbólicos.

En la década de 1960, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos mostró interés en este tipo de trabajo y comenzó a entrenar computadoras para que imitaran el razonamiento humano básico. Este trabajo inicial abrió el camino para la automatización y el razonamiento formal que vemos hoy en las computadoras.

Las IA y las empresas

Hay varios beneficios de la IA para los trabajadores y las empresas. Por ejemplo, la automatización de tareas repetitivas y monótonas puede liberar a los trabajadores para que se enfoquen en tareas más valiosas y desafiantes. Además, la IA puede ayudar a los trabajadores a tomar decisiones más informadas y mejorar la eficiencia.

Un ejemplo de IA es el uso de robots en la fabricación. Los robots pueden realizar tareas peligrosas con mayor precisión y velocidad que los trabajadores humanos, lo que mejora la eficiencia y reduce lesiones. Sin embargo, también existen algunos riesgos asociados con la IA para los trabajadores, como el desplazamiento del trabajo. Este tipo de tecnologías nos recuerda la Revolución Industrial que dejó a miles de personas sin empleo y cambió el panorama laboral.

Un ejemplo de este riesgo son las plataformas DALL·E 2 y Midjourney, que son generadores de imágenes que, a través de la interpretación de un texto, crean una imagen acorde. Estas son capaces de reemplazar a las personas en industrias creativas como el diseño gráfico o la creación de efectos especiales.

Los retos de las inteligencias artificiales

Las inteligencias artificiales siguen en una etapa inicial, por lo que las empresas de tecnología siguen enfrentando nuevos retos éticos y técnicos.

Un ejemplo de ello son las plataformas que generan imágenes, estás han sido alimentadas con una extensa base de datos con el trabajo de cientos de artistas, pero a estos no se les notificó. Por lo que las nuevas IA son capaces de replicar el trabajo de ellos o “generar una pieza original” en su estilo. Lo que presenta problemas sobre los derechos de autor, el proceso de acreditación y la propiedad intelectual.

En caso de la herramienta ChatGPT, un sistema de chat capaz de realizar tareas relacionadas con el lenguaje (desde la traducción hasta la generación de texto), presenta desafios educativos. Esta IA es capaz de crear textos con la naturalidad de una persona, lo que levanta la duda de si los estudiantes utilizaran estas herramientas como fuentes de consulta o formas de evitar el trabajo.

Aunque la inteligencia artificial sigue en desarrollo, es importante reflexionar sobre sus riesgos y consecuencias a largo plazo. Por lo que la investigación es clave, conoce más sobre el trabajo del Centro de Estudios de informática Aplicada (CEIA) de la UVG aquí.